CIAL dun & bradstreet presentó una nueva edición de CIAL Insights, su monitor económico que analiza las principales tendencias en México, Estados Unidos y la región, destacando un escenario de crecimiento moderado hacia 2026, con riesgos estructurales que podrían limitar la actividad económica.
En Estados Unidos, el consumo continúa mostrando dinamismo, aunque la inversión mantiene retrocesos. El desempleo se ubicó en 4.4% en septiembre, mientras que el PIB cerró 2024 con un crecimiento de 2.8%. Para 2025, se anticipa una expansión de 1.8% y de 1.6% para 2026, sin señales de recesión. La industria estadounidense acumula dos años de estancamiento, con una caída de 0.3% en 2024; sin embargo, se prevé un repunte de 1.0% en 2025. La inflación convergería a 2.6% en 2026, lo que permitiría a la Reserva Federal reducir su tasa de referencia a 3.50%.
En México, el panorama es más contenido. El PIB avanzó solo 0.3% en 2025 y se espera una recuperación moderada de 1.6% en 2026, impulsada por la inversión pública y la creación de empleo. La inflación se ubicaría alrededor de 4.0% en 2025, dentro del rango objetivo de Banxico, que mantendría su tasa en 7.00% y la reduciría a 6.50% un año después. No obstante, persisten desequilibrios fiscales: el déficit ronda 5% del PIB y la deuda 53.7%, aunque con vencimientos largos y un perfil mayormente interno.
La inversión extranjera directa sorprendió con 42 mil millones de dólares en 2025, pero persisten riesgos que podrían limitar nuevos flujos, particularmente en un año de revisión del T-MEC. El consumo interno sigue debilitado por menor empleo y caída de remesas, mientras que la inversión retrocedió 6.9% en 2025 y repuntaría solo parcialmente en 2026.
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Las exportaciones crecerían 7.0% en 2025 y 5.1% en 2026, pese al impacto de aranceles estadounidenses. El sector agropecuario y los servicios muestran resiliencia, mientras la industria busca recuperarse tras un año negativo.
En conjunto, CIAL Insights concluye que México enfrenta un camino de recuperación frágil, donde será indispensable fortalecer la inversión, mejorar la productividad y garantizar estabilidad financiera para sostener un crecimiento más sólido en el mediano plazo.
