Akitake Kato, presidente de MISUMI México, tiene una meta fácil de decir pero difícil de lograr: reducir los tiempos en las cadenas de suministro industriales sin perder precisión ni calidad.
Hecho en México a la velocidad que exige la industria: la apuesta local de MISUMI México
La clave está en fabricar en México componentes que actualmente se usan en muchas líneas de ensamble. “Tenemos a Dayton Lamina México, nuestra empresa hermana que lleva más de diez años aquí… y queremos aprovechar su capacidad de fabricación en México para una nueva línea de productos. Nuestro objetivo principal siempre es ahorrar tiempo para el cliente y, al tener producción local, podemos reducir el tiempo de entrega”, afirma.
La idea es clara: mientras que hoy el cliente compra piezas “estándar” y luego las adapta internamente, MISUMI quiere entregar “componentes listos para usarse y hechos a la medida en muy poco tiempo”, reduciendo tanto el tiempo de entrega como el trabajo adicional en la planta del cliente.

Tres categorías, un mismo objetivo
El inicio de la producción local se enfocará en tres tipos de productos muy comunes en la industria: “Tenemos tres categorías principales: pines de posicionamiento, arandelas y collares”. Son piezas pequeñas, pero están en todas partes dentro de herramientas, sujeciones y dispositivos. Tenerlas disponibles al momento y con la forma exacta puede ser la diferencia entre una línea de producción que sigue funcionando o una que se detiene.
La variedad como ventaja
Akitake tiene claro que lo más importante no es el tamaño de la pieza, sino la cantidad de opciones. “Que las piezas sean pequeñas puede ser importante, pero lo más importante es tener muchas opciones… lo que necesitan nuestros clientes está cambiando muy rápido”. Para adaptarse a ese ritmo, MISUMI empezará a producir una gran variedad de estas piezas en México: “Tenemos 20 millones de componentes y ahora vamos a empezar a fabricar muchos de ellos aquí”. Para los ingenieros de procesos y quienes compran estos productos, esto significa menos rediseños de último momento, menos inventario duplicado y mayor continuidad en la operación.

Un beneficio claro para ingeniería y compras
La propuesta de MISUMI busca hacerle la vida más fácil a las fábricas. “Los ingenieros o clientes tendrán más opciones… nuestros clientes ya no tendrán que hacer todo por su cuenta en sus plantas… creemos que esto va a reducir muchísimo el tiempo que tardan”. En cuanto al costo total, el beneficio es claro: “Pensamos que esto es más eficiente y también más económico… no vamos a ofrecer productos genéricos… no tendrán que esperar otro pedido distinto, y el tiempo de espera también cuesta”. En resumen: menos tiempo perdido en ajustes, más tiempo enfocado en producir.

Calidad japonesa, producción mexicana
Producir localmente también es una apuesta al futuro. “Ahora tenemos la industria 4.0, pero la 5.0 ya viene… en noviembre les daremos grandes noticias sobre nuestros lanzamientos con inteligencia artificial. Al combinar nuestra capacidad de producción con nuestra tecnología y métodos, vamos a lograr mucho más… y esto generará un gran valor para nuestros clientes”. No se trata solo de copiar estándares, sino de integrar procesos de fabricación y control de calidad que puedan adaptarse rápido a lo que pide cada cliente, sin perder la calidad que caracteriza a la marca.
Entregas rápidas: del reto al compromiso
MISUMI México tiene una meta ambiciosa: entregar piezas configuradas y modificadas en cuatro días. Akitake Kato reconoce que es difícil, pero tiene un plan claro: “Es un gran reto… ya tenemos un margen de seguridad para lograrlo. Muy pronto queremos bajarlo a tres días y, después, lograr entregas el mismo día… ya lo hacemos en otra línea de producción aquí en México… siempre estamos comprometidos con la calidad y la rapidez, y lo vamos a lograr”. En industrias donde un día detenido puede costar millones, esta promesa cambia por completo el nivel de servicio.

El tiempo es lo más valioso
Más allá de los números, la visión de Akitake parte de algo muy simple: “Es muy importante ahorrar tiempo para el cliente, porque el tiempo es, probablemente, lo más caro que tienen… nuestra misión es eliminar el tiempo perdido. Así, los clientes pueden usarlo en cosas que realmente generan valor… queremos que nuestros clientes se enfoquen en lo que hacen mejor… ‘tu tiempo, nuestra prioridad’”. El objetivo no es solo entregar rápido, sino liberar el tiempo de los equipos técnicos del cliente para que puedan innovar y mejorar su producción.
Nearshoring y nuevos mercados
Esta estrategia también se conecta con el regreso de la producción hacia Norteamérica. “El nearshoring no es solo para autos. También es para salud, electrónica y alimentos… nuestros clientes, que fabrican en grandes cantidades o integran sistemas, necesitan hacer cosas nuevas. Para hacer cosas nuevas se necesitan piezas nuevas, a tiempo… creemos que nuestra estrategia va por buen camino… producción más variada, métodos distintos, componentes diferentes… podemos ayudar a la industria mexicana a aprovechar el nearshoring”. Tener un proveedor local que ofrezca muchas opciones y pueda hacer cambios rápidamente ayuda a lanzar productos más rápido y con menos riesgo.

Hecho en México: una visión personal
La empresa no planea quedarse solo con estas tres categorías. “Sí… creemos que estos tres productos cumplen lo que busca el cliente, y planeamos ofrecer muchos más”. La visión de Akitake Kato lo resume todo: “Usamos la calidad japonesa y el compromiso japonés con el tiempo, y ahora está más cerca, más rápido y, por supuesto, más eficiente, todo junto con México”.
Para Akitake, el sello “Hecho en México” es más que una etiqueta. Es una muestra de tradición, detalle y creatividad. “Para mí, ‘Hecho en México’ son productos detallados, de alta calidad… tengo un enorme respeto por el ‘Hecho en México’”. Llevar ese orgullo a piezas industriales de alta precisión es, en el fondo, la gran apuesta: unir la disciplina japonesa con la habilidad mexicana para que la variedad y la rapidez se traduzcan en productividad real en la planta.