Volkswagen experimentó una caída de 36.6% en el segundo trimestre del año, en parte por los aranceles adicionales aplicados por Estados Unidos.
El grupo, que posee las marcas Audi, Porsche, Seat y Cupra, reportó ganancias después de impuestos de 2,290 millones de euros, alrededor de 2,700 millones de dólares.
Ya a principios de 2025, el grupo el grupo ya había presentado un balance trimestral desalentador. En ese periodo, sus ganancias cayeron un 41%, hasta 2,190 millones de euros, en los tres primeros meses.
Las razones fueron, entre otras cosas, los aranceles impuestos por EEUU, el bajo rendimiento diario de las marcas caras Porsche y Audi, los altos costos de conversión, y el desempeño actual de los autos eléctricos, cuyos márgenes de ganancia son aún bajos.
En el primer semestre de 2025, el beneficio operativo se redujo un 29%, hasta los 3,830 millones de euros. Lo que corresponde a un margen operativo del 4.7%, en línea con las expectativas de los analistas. A pesar de un ligero aumento en las entregas, las ventas disminuyeron un 3%, hasta los 80,600 millones de euros.
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El principal fabricante europeo también redujo el margen operacional previsto para sus ventas este año, del 5.5-6.5% al 4.5%. También se fijo un objetivo de fabricación igual al de 2024, después de haberlo elevado un 5% para este año.
En el segundo trimestre, las ventas del grupo aumentaron 1.2% y la facturación disminuyó 3%. Pero el margen operativo se redujo significativamente y lastró al beneficio.
La caída del resultado de explotación se explica principalmente por los fuertes cargos vinculados al aumento de los derechos de importación a Estados Unidos, valorados en unos 1,300 millones de euros.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aumentó desde abril al 27.5% los aranceles sobre los automóviles y las piezas de repuesto, en lugar del 2.5% precedente.