En un contexto de tarifas eléctricas crecientes, presiones regulatorias y metas de descarbonización, el biogás dejó de ser un proyecto “verde” para convertirse en una palanca directa de competitividad.
A partir de la digestión anaerobia de residuos agroindustriales, lodos de plantas de tratamiento y desechos orgánicos, las empresas pueden generar gas rico en metano, transformarlo en calor y electricidad, e incluso producir biometano y dióxido de carbono de uso industrial. El resultado es doble: reducción de costos energéticos y una disminución medible de la huella de carbono, alineada con estrategias de economía circular y con los objetivos climáticos más exigentes.
Del residuo orgánico a energía gestionable
El biogás es una mezcla principalmente de metano y dióxido de carbono, generada cuando microorganismos descomponen materia orgánica en ausencia de oxígeno. En una planta industrial, este proceso se concentra en biodigestores diseñados para maximizar la producción de gas a partir de corrientes de residuos que, de otro modo, implicarían costos de manejo y disposición. Una vez producido, el biogás puede purificarse y comprimirse para alimentar calderas, turbinas, motores de cogeneración o sistemas de inyección a gasoducto, sustituyendo combustibles fósiles y asegurando un suministro energético gestionable, local y estable.
Eficiencia y reducción de costos en la planta
Diversos estudios de análisis de costo y huella de carbono muestran que, cuando se integran adecuadamente la digestión anaerobia, la purificación y la recuperación de calor, la energía basada en biogás resulta competitiva frente a opciones fósiles, especialmente cuando se aprovechan residuos propios de la planta. Además, en la estructura de costos de la bioenergía, la materia prima puede representar hasta alrededor de 60% del costo de producción; aprovechar residuos internos reduce drásticamente esa partida y protege a la empresa de la volatilidad de precios externos. Esto se traduce en un costo energético más predecible y en una mejora del costo total de propiedad de la infraestructura energética.
La cadena del biogás y el papel de Mayekawa
Convertir ese potencial en resultados financieros exige una cadena de procesos robusta: pretratamiento del gas (eliminación de humedad, compuestos corrosivos y contaminantes), compresión adecuada para alimentar sistemas de purificación, refrigeración de biometano y dióxido de carbono, y compresión final para almacenamiento, inyección a gasoductos o licuefacción. Mayekawa cubre estos puntos críticos con soluciones de refrigeración y unidades compresoras de biogás, biometano y bio dióxido de carbono, integradas a lo largo de toda la cadena de valor, desde el pretratamiento del gas del digestor hasta la preparación del biometano para su uso industrial o inyección en red.
Compresores de tornillo Mayekawa: disponibilidad y flexibilidad
El corazón de estas soluciones son los compresores de tornillo lubricados por aceite de Mayekawa, diseñados para entregar alta eficiencia volumétrica en un amplio rango de relaciones de compresión, con temperaturas de descarga controladas y mínimas fugas de gas. Su construcción robusta, con pocos elementos frágiles y componentes totalmente lubricados, los hace adecuados incluso para gases ligeramente húmedos, típicos del biogás antes de su purificación.
La válvula deslizante integrada permite modular la capacidad de aproximadamente 10% a 100%, adaptando la operación a la producción real de gas, mientras que la posibilidad de incorporar variadores de frecuencia ofrece una gestión fina de carga y consumo eléctrico. Para el usuario final, esto se traduce en operación estable, alta disponibilidad y menor gasto en mantenimiento correctivo.
Ingeniería, normatividad y soporte a lo largo del ciclo de vida
Con más de medio siglo de presencia en América Latina, Mayekawa acompaña los proyectos desde el estudio conceptual y la viabilidad comercial hasta la puesta en marcha y el seguimiento operativo, con gamas de compresores que cubren desde caudales del orden de cientos hasta más de quince mil metros cúbicos por hora y presiones de operación que alcanzan decenas de bar, suficientes para aplicaciones de cogeneración, inyección a red o licuefacción de biometano y dióxido de carbono. Las unidades se diseñan conforme a códigos internacionales de recipientes a presión y normas para atmósferas explosivas, integrando sistemas de control y seguridad acordes con las regulaciones locales. A esto se suma un inventario regional de refacciones originales, programas de capacitación a medida y contratos de mantenimiento que reducen tiempos de paro y aseguran el desempeño a lo largo de toda la vida útil del proyecto.
Biogás industrial con Mayekawa: competitividad energética a largo plazo
El biogás industrial no solo mejora los indicadores de sostenibilidad, también fortalece la posición competitiva de la empresa al convertir residuos en una fuente energética confiable y económicamente atractiva. La combinación de un diseño de proceso robusto con soluciones de compresión y refrigeración de alta eficiencia permite capturar el valor completo del biogás, desde el digestor hasta el punto de consumo.
